En verano el calor
nos obliga a llevarnos a la boca infinidad de bebidas refrescantes que nos harán paliar mucho mejor el calor que hace en
el exterior. Entre los más consumidos,
está el tinto de verano y también la cerveza.
El vino tinto es un
compendio de antioxidantes que nos ayudarán a mantener las células jóvenes por
más tiempo. La capacidad
antioxidante que encontramos en 1 vaso de vino es equivalente a comerse 5
manzanas, beber 500 ml de cerveza, 7 vasos de zumo de naranja o 20 vasos de
zumo de manzana.
Además, existen estudios que afirman que su consumo con la
comida evita que la grasa que estamos ingiriendo se altere y obstruya las
arterias.
A ello hay que
sumarle una sustancia que contiene el vino tinto: los taninos, un potente
protector celular que sirve de prevención frente a enfermedades cardiacas y
circulatorias.
Por su parte, a la gaseosa siempre se le han atribuido una serie de propiedades digestivas.
Es una bebida dulce, pero no contiene azúcar, ya que está elaborada a partir de edulcorantes, por lo que al añadirla al vino tinto lo que conseguimos no es solo rebajar los grados de alcohol que contiene esta bebida, sino que además disminuirá el contenido calórico del vino. Por ello el tinto de verano se convertirá en una bebida con muchas menos calorías que cualquier otra opción con más alcohol
¡OS ESPERAMOS!